"Bunbury volvió con fuerza al GNP: un concierto pasional que venció al clima y conmovió a miles"
Te contamos cómo se vivió el concierto de Enrique Bunbury y El Huracán Ambulante, como parte de su gira de aniversario.
CONCIERTOS
Nota: Evelin Espinosa. Foto: Liliana Estrada (Cortesía de Ocesa)
7/2/20253 min read


Bajo un cielo gris con amenaza de lluvia y un piso encharcado, cientos de espectadores esperaban la salida de Enrique Bunbury y su banda en compañía de “El huracán ambulante”.
Entre la multitud se podían ver los sombreros negros y los paliacates, un sello característico del cantante.
Ni el frío ni el agua iban a impedir que los fieles fanáticos se perdieran del regreso del español al renovado Estadio GNP Seguros. Eran las 9 en punto y los asistentes seguían llegando, mientras que, los que ya se encontraban ahí se dejaban ver ansioso por escuchar a su artista cantar.
Entre chiflidos y gritos de “¡ya saaal!”, el concierto dió inicio a las 21:30 horas. Las luces se apagaron y los músicos fueron recibidos con gritos de euforia. Los visuales de fondo eran telones rojos, como si de una función de circo se tratara, el vestuario de los instrumentista y del intérprete hacían alusión al mismo concepto cirquero; con atuendos ad hoc. La canción elegida para iniciar el recital fue “Club de los imposibles” tema perfecto para enloquecer al estadio y dejarlos saber que se venía una noche muy especial donde la espera había valido la pena. Terminando la primera rola los aplausos se escucharon. El rostro de los asistentes era de satisfacción absoluta.
Para la tercera pieza los saltos y gritos comenzaron al ritmo de “El extranjero”, el público se prendió y se notaba que estaban disfrutando lo que hasta ahora se les presentaba. Así lo confirmaba un asistente al enviar un mensaje de texto, contando cómo la estaba pasando “-Esto esta poca mad…” se leía en su pantalla.
Después procedió a guardar su celular y seguir cantando a todo pulmón. Cuando una canción terminaba no faltaban los gritos de “¡te amo Enrique!”, “!que buena rola!” “¡esa no!”; inclusive, en algún momento una fanática entre risas dijo que lo perdonaba por haber dicho que se retiraba, cuando el cantante se enfermó y canceló sus presentaciones.
Enrique Bunbury se tomó un momento para agradecer a todos los presentes, dijo sentirse muy contento de presentarse en ese nuevo foro y mencionó que venían con un nuevo disco, mismo que pudieron escuchar sus fans en El Cantoral durante la convivencia que realizó el pasado mes de abril.
Esperaba que el público disfrutará del repertorio que habían preparado para esa noche y los invitaba a cantar y disfrutar todas las canciones. Incluso en determinado momento lanzó una plumilla al público. Con su gran interpretación Bunbury logró conmover a sus más fieles seguidores, las emociones se encontraban a flor de piel.
Cuando dieron las 11:00 se escuchó “Lady Blue”, parecía que era el final del concierto, Enrique presentó a los músicos que formaban El Huracán Ambulante, agradeció y se despidió de los espectadores. Nuevamente todo se apagó, la mayoría se encontraban confundidos porque todavía faltaban varias piezas por tocar. La multitud comenzó a pedir otra y a silbar, pasaron varios minutos y el artista volvió a salir al escenario. Diciendo que él pensaba que ya se querían ir a descansar porque al siguiente día se tenía que trabajar a lo que la audiencia respondió con emoción que no.
Fue así que el concierto siguió y el cantante pidió a los asistentes que no se fueran pues todavía quedaban más canciones por cantar. El concierto dio por terminado a las 11:40. Definitivamente los presentes se fueron con un gran sabor de boca y con el corazón latiendo de felicidad, lograron escuchar en vivo un amplio repertorio que incluía varios de sus éxitos entre ellos: “Las chingadas ganas de llorar”, “Sí” , “Sólo si me perdonas”, entre otros muchos más.
Una vez más el público mexicano demostró que cuando se trata de música y de hacer una noche especial no hay impedimento que lo detenga, incluso si hay lluvia o frío.